Putin ya roza la victoria con los dedos. No será por mérito de sus tropas, encalladas en una larga guerra de desgaste, después de embarrarse en crímenes de guerra y contra la humanidad y caer derrotadas en la ofensiva relámpago con la que pretendían controlar Ucrania. El mérito es entero de Trump, de su giro antieuropeo y antiatlantista, que le ha llevado a adoptar los argumentos del Kremlin sobre las causas de la guerra, aceptar como propias gran parte de sus exigencias y rechazar las garantías de seguridad demandadas por Zelenski para evitar nuevas agresiones rusas. Si la alcanza, será el éxito de una paciente y calculada estrategia, en la que ha combinado la seducción, el halago y el soborno para captar al propio presidente de Estados Unidos como máximo y decisivo agente de los intereses rusos en Washington.
‘La guerra ruso-ucraniana. El retorno de la historia’
Serhii Plokhy. Península, 2022.
‘The Age of Forever Wars. Why Military Strategy No Longer Deliver Victory’
Lawrence D. Freedman. ‘Foreign Affairs’, volumen 104, número 3. Mayo/junio 2025
‘Trump’s peace plan for Ukraine rewards Russian aggression’
Max Boot. ‘The Washington Post’. 24 de abril.