La ya de por sí tensa relación entre la India y Pakistán, marcada por décadas de hostilidad y desconfianza, ha alcanzado uno de sus momentos más críticos en más de 20 años. El ejército indio lanzó esta madrugada una ofensiva aérea contra varias posiciones en territorio paquistaní y en la Cachemira administrada por Islamabad, donde, según Nueva Delhi, se planificó el ataque terrorista contra su país del mes pasado. El bombardeo ha dejado al menos 26 muertos, según Islamabad, 46 heridos y una cascada de acusaciones cruzadas entre dos vecinos con armamento nuclear y un conflicto territorial enquistado desde hace casi ocho décadas.