En La mano izquierda de Dios (The Left Hand of God, la gran novela de William E. Barrett que llevó al cine Edward Dmytrik con Humphrey Bogart y Gene Tierney como estrellas), un falso sacerdote se juega a los dados con un bandolero la salvación de dos misiones cristianas. La tesis de Barrett podría resumirse en que Dios escribe derecho en renglones torcidos. Cabría pensar que es lo que ocurre en un cónclave, con el Espíritu Santo de protagonista. A la tercera persona de la Santísima Trinidad achacan los cardenales y gran parte de sus fieles creyentes la selección del próximo pontífice romano.